Los ordenadores no envejecen ante los ojos del tiempo, si no ante los ojos de la evolución del hardware y del software. ¿Alguien tiene un viejo PC en lo más recóndito de un cuarto trastero o acumulando polvo en algún oscuro rincón? ¿Por qué se ha jubilado una magnífica máquina que sigue funcionando estupendamente? Aquel flamante PC que con ilusión compramos para adentrarnos en el apasionante mundo de la informática tiene aún mucha vida por delante, y puede darnos un gran servicio y muchas horas de satisfacción. Aún podemos resucitarlo con software actual que aproveche sus humildes limitaciones.
Mientras la evolución natural de la tecnología tiende a ir vertiginosamente“in crescendo” en recursos y capacidades, existen entusiastas que exprimen las posibilidades de aquellas máquinas que unos pocos años han defenestrado ante la imparable tendencia de la industria, de la moda y de las exigencias de un público ávido de funcionalidades que exigen cada vez más velocidad y capacidad de procesamiento, de presentación visual, de memoria y de sistemas de almacenamiento. Y es que, pensándolo fríamente, no se deja tiempo para explotar y aprovechar eficientemente un ordenador. ¿Alguno recuerda la larga vida que tuvo el extinto Spectrum, con apenas unas pocas KBytes de memoria RAM y una vetusta cinta de cassette como medio de almacenamiento? Fue toda una década gloriosa que resistió heróicamente a los inicios del PC, y en donde muchos aprendimos el noble arte de programar en Basic y ensamblador. Ordenadores como el Amstrad, el Commodore y el MSX tuvieron días largos y gloriosos, y fueron idolatrados por legiones de fans que, con ilusión y afán, consiguieron reventar contínuamente sus aparentes limitaciones.
Linux es un sistema operativo muy potente y versátil, cuyo código, al estar abierto y ser libre, permite a millones de desarrolladores de todo el mundo adaptarlo tanto a necesidades genéricas como específicas, y compartir dichas adaptaciones con todo el mundo. Entre estas posibilidades está la de trabajar de forma excelente en viejas máquinas bajas de recursos hasta tales límites de devolverle la vida a primigenios PC ocupando apenas un diskette.
Sin llegar a ese extremo minimalista, la mayoría de los usuarios desearían darle una segunda oportunidad a su viejo PC, que le haga sentir una experiencia de usuario – dentro de lo posible - similar a la que tienen ahora, y para ello es imprescindible una interfaz gráfica de usuario, con un escritorio funcional, facilidad de uso, con aplicaciones actuales y capacidades de conexión a internet. Existen bastantes distribuciones Linux que contemplan estas características, por lo que hablar sobre todas ellas requeriría de varios artículos. Sin embargo, como introducción para conocer estas maravillas del software hemos elaborado una breve lista de cinco de las más populares.
Damn Small Linux
CPU mínima: 486DX
RAM mínima: 16 MB
Tamaño ISO: 50 MB
Arranque: Disco Duro, CD, memoria USB, Compact Flash
Escritorio: Fluxbox
Modo Live: Sí
Enlace: Sitio Oficial de Damn Small Linux
Puppy Linux
CPU mínima: Pentium 166Mhz
RAM mínima: 128 MB
Tamaño ISO: 128 MB
Arranque: Disco Duro, CD, memoria USB, Compact Flash
Escritorio: Fluxbox y XFCE
Modo Live: Sí
Enlace: Sitio Oficial de Puppy Linux
Slax
CPU mínima: 486DX
RAM mínima: 96MB
Tamaño ISO: 200 MB
Arranque: Disco Duro, CD, memoria USB
Escritorio: KDE y Fluxbox
Modo Live: Sí
Módulos software adicional: Sí
Enlace: Sitio Oficial de Slax
Vector Linux (Light Edition)
CPU mínima: Pentium 166Mhz
RAM mínima: 64MB
Tamaño ISO: 700MB
Espacio Disco Duro: 1,8 GB
Arranque: Disco Duro, CD
Escritorio: Fluxbox y JWM
Modo Live: Sí
Enlace: Página Oficial de Vector Linux
Zenwalk
CPU mínima: Pentium III
RAM mínima: 256MB
Tamaño ISO: 700MB
Espacio Disco Duro: 1,5 GB
Arranque: Disco Duro, CD
Escritorio: XFCE, Openbox o Gnome
Modo Live: Sí
Enlace: Página Oficial de Zenwalk
Más información
- Distribuciones Linux para equipos modestos
- ¿Cómo aprovechar ese viejo ordenador?
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